En esta entrega vamos a continuar con la saga de artículos sobre el hogar domótico y la automatización. Al contrario de lo que hicimos en el artículo de NodeRED, volvemos en esta ocasión al más puro hardware. En esta ocasión, y sin que sirva de precedente, vamos a explorar una solución comercial cerrada para hacer que nuestro hogar esté automatizado, es decir, que sea una vivienda domótica. En este sentido el artículo viene a ser similar al dedicado al sistema KNX para automatización, pero centrado en HomeMatic.
HomeMatic es una gama de productos fabricados por la empresa EQ-3 para convertir nuestro hogar en un sistema inteligente. Se trata de un producto propietario y cerrado, que solo es compatible con los productos de dicha empresa. Llevan en el mercado desde hace 2008, y tienen una de las soluciones más afianzadas en el mercado alemán.
Hay tres líneas de productos, aunque una de ellas está ya descatalogada y no se recomienda emplearla para sistemas nuevos. Se tratan de:
Si bien el sistema HomeMatic es propietario, la empresa EQ-3 se ha asegurado que dicho sistema cubre las necesidades más habituales de un hogar actual. Es cierto que no tenemos el soporte de más de 400 empresas líderes en el sector como en el caso de KNX, pero el rango de precio también es distinto. Estamos ante una solución que es más económica tanto a nivel de componentes, como a nivel de instalación.
En cuanto a los productos que encontramos en la gama de HomeMatic IP, podemos destacar una serie de grupos:
Para los seguidores acérrimos de esta sección, ya sabéis que somos fans incondicionales de las soluciones abiertas (i.e. Open Source). Sin embargo, hay personas a las que no les gusta tanto cacharrear, o en menor medida. A veces, simplemente buscamos un sistema que funcione tal cual lo sacamos de la caja y no haya que trastear. HomeMatic es lo que ofrece: un sistema que podemos controlar desde una aplicación. Si bien hay que instalar el sistema en nuestra vivienda, la parte de configuración es relativamente sencilla.
Sin embargo, esto también cuenta como desventaja. Al ser un sistema cerrado, estamos limitados en el equipamiento que podemos usar y dependemos totalmente de la empresa que lo fabrica. Si dicha compañía decide cerrar una línea de negocio, cae en bancarrota o es adquirida por otra compañía, nuestro sistema puede verse en peligro.
Ingeniero de Telecomunicación de profesión, emigrante por necesidad y geek en mi tiempo libre. Desde 2012 redactor en Un Geek en Múnich, donde intento compartir mis experiencias con todos aquellos a los que les pueda interesar. También desde 2012 colaborador en la revista Todo de Vélez-Málaga, desde donde divulgo noticias de tecnología para el público en general.
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