En el artículo de hoy vamos a retomar un tema que, al menos a mí, particularmente me apasiona. Se trata de la automatización del hogar, y más en particular, del tema de las luces inteligentes. Es un tema impresionantemente amplio, que abarca muchas áreas distintas con infinidad de dispositivos diferente. Tenemos multitud de estándares, como Bluetooth, WiFi, Zigbee, Z-Wave y multitud de fabricantes. Al contrario que los otros dos artículos que se publicaron hace ya dos años, donde se daba una visión más generalista del concepto de hogar domótico, ahora entraremos más en detalle en el tema de la iluminación inteligente.

Bombillas Inteligentes

Iluminación Inteligente: Comenzando con Philips Hue

Además de entrar más en detalle en todo el tema de la iluminación inteligente, voy a narrar mi experiencia usando dicha tecnología en los últimos seis meses. Por mucho que los fabricantes nos hagan creer que es una tecnología madura, aún hay que cacharrear bastante para que todo funcione perfectamente, especialmente si queremos hacer cosas algo más interesantes que las que ofrecen los fabricantes en su configuración por defecto.

Mis primeros pasos en lo de iluminación inteligente fueron prácticamente de casualidad, justo estando en el centro de bricolaje vi que tenían un hub de la marca Philips Hue “rebajado” y decidí comprarlo, junto con un par de luces. Pongo lo de rebajado entre comillas, ya que el sistema de la marca holandesa es particularmente caro. Todo funciona perfectamente nada más sacarlo de la caja, configurado a través de una App.

El problema viene cuando vemos que, si queremos reemplazar todas las bombillas de una vivienda, tenemos que pedir otra hipoteca. Si nos vamos hasta las más avanzadas que pueden cambiar de color, tendremos que desembolsar casi 40€. Hay packs de ahorro e inicio, pero aún así el desembolso es bastante alto. Así pues, la siguiente pregunta es ¿hay otros fabricantes?

Añadiendo más fabricantes a la mezcla

La respuesta es, obviamente sí. Por ejemplo, sin ir más lejos, el fabricante sueco de muebles IKEA, ha lanzado una serie de bombillas inteligentes de bajo costo. Si buscamos la bombilla con funciones equivalentes a la de Philips, tendremos que desembolsar la mitad, algo menos de 20€.

El problema que, para utilizar las bombillas de IKEA, necesitamos un hub de IKEA. Así que ahora tenemos un hub de Philips y otro de IKEA. ¿Pero no utilizan ningún tipo de estándar? La respuesta es afirmativa, pero también usan controles propietarios que impiden la comunicación entre marcas. La situación es tan absurda como tener un router WiFi en casa que “solo funciona con teléfonos Samsung” o “solo funciona con teléfonos Huawei”. Ridículo.

Indagando un poco más, descubro que todas estas lámparas usan el protocolo Zigbee, similar a WiFi pero de baja potencia y corta distancia.

Open Source al rescate de la iluminación inteligente

Puedo parecer un poco un disco rayado con esto del Open Source, pero en situaciones tan absurdas como las que he descrito, es la única opción sensata. Visitando muchísimos foros, páginas de Reddit, descubrí que hay una empresa alemana, Dresden Elektronik, que ofrece un USB Universal para Zigbee. Se puede instalar en cualquier ordenador, incluso en una Raspberry PI, y transforma dicho dispositivo en un hub que, en teoría, puede trabajar con cualquier fabricante.

Así que, ni corto ni perezoso, desconecté los dos hubs propietarios y me decidí a conectar una Raspberry PI que andaba en uno de los cajones con el nuevo USB Zigbee. El interfaz es bastante bueno, funciona con cualquier navegador. Esto significa que no dependemos de tener la app en el móvil, si no que también podemos hacerlo a través de nuestro ordenador.

Tengo que reconocer que el sistema no funciona tan sencillo como el de Philips, ya que hay que trastear un poco más. Hay que entender cómo funcionan las bombillas, cómo reiniciarlas, y que el USB emule al protocolo propietario de la marca. Pero funciona, y muy bien. Además, nos ofrece muchísima más información sobre cómo la red está configurada. Con los otros sistemas, el usuario está haciendo conexiones “a ciegas” y a veces no se comprende por qué alguna bombilla deja de funcionar, o no responde a los comandos.

Red Zigbee

Tal y como comentábamos, Zigbee es un protocolo inalámbrico de baja potencia y corta distancia. Cada una de las bombillas de la red Zigbee es un nodo, que actúa a su vez como repetidor. Esto significa que cuando tenemos muy pocas bombillas de este tipo, puede resultar en una calidad muy baja de la red. A medida que vamos incorporando más, estos repetidores incrementan la potencia de la red y hacen las comunicaciones más fiables.

Esto también significa que debemos poner nuestro hub o “centro de mando” en algún sitio donde tenga buen acceso al mayor número posible de bombillas. No vale meterlo dentro de un cajón y olvidarnos de él, ya que la red se verá muy deteriorada.

En esta entrega vamos a continuar con la saga de artículos sobre el hogar domótico y la iluminación inteligente. Existen multitud de opciones y enfoques sobre cómo conseguir esto y dotar de inteligencia a nuestra casa. En el anterior artículo sobre este tema, vimos cómo realizarlo mediante bombillas inteligentes, que se podría considerar la opción más económica. En el artículo de hoy veremos opciones que siguen siendo económicas, pero desde un enfoque completamente distinto.

Interruptores Inteligentes

Ahora vamos a acercarnos al problema de la iluminación inteligente desde otra perspectiva. En lugar de tener la inteligencia en las bombillas, vamos a mover dicha inteligencia a los interruptores. Puede parecer que no hay mucha diferencia, pero es un cambio de filosofía y vamos a ver qué ventajas y qué inconvenientes tiene este método.

Estos interruptores pueden conectarse con nuestro hogar domótico de múltiples formas. Lo más sencillo es utilizar algún protocolo inalámbrico, como los que ya habíamos visto: Bluetooth, WiFi, Zigbee o Z-Wave. Pero también los hay con conexión cableada, ya que nos evitamos problemas de interferencias.

Ventajas de los Interruptores Inteligentes

La ventaja más grande de este enfoque coincide con la desventaja más grande de las bombillas inteligentes: los interruptores de pared. Por inercia, ya que lo hemos venido haciendo durante muchísimos años, al entrar en una habitación le damos al interruptor. Esto es un problema enorme cuando usamos bombillas inteligentes, ya que, si las apagamos desde el interruptor, no podemos volver a encenderlas de forma “inteligente”, ya que no tienen electricidad.

Si, por el contrario, la inteligencia radica en los interruptores, esto no será un problema. Podemos utilizarlos de forma manual, tal y como venimos haciendo desde siempre, y además, podemos operarlos de forma remota. Se pueden integrar en la gran mayoría de los sistemas domóticos, como Philips Hue, IKEA Tradfri, Home Assistant, e incluso utilizar comandos de voz con Alexa, Google Assistant o Siri.

Instalación Interruptores Inteligentes

El mayor inconveniente que tiene esta manera de conseguir nuestro hogar domótico es la instalación. Si recordamos el caso de las bombillas inteligentes, la única instalación que había que hacer era reemplazar nuestras bombillas “tontas” por las nuevas más avanzadas. Ahora, al tener que cambiar los interruptores, requiere algo más de conocimiento, ya que hay que trabajar con conexiones eléctricas. Aquí quiero hacer un hincapié, ya que, si no estamos acostumbrados a este tipo de trabajo, es mejor que lo dejemos en manos de un profesional.

En las instalaciones eléctricas, cuando encendemos o apagamos una bombilla, lo que hacemos es abrir o cerrar el circuito eléctrico por el cable de fase. Ya que el interruptor en sí no realiza ningún consumo de corriente eléctrica, no necesita un cable neutro de “retorno”. Este retorno se realiza siempre a través de la bombilla. Ahora bien, cuando queremos disponer de interruptores inteligentes, estos sí que efectúan un consumo de corriente, por lo que necesitaremos un cable neutro en dicho punto. Normalmente no es así, y necesitaremos que un profesional haga la instalación.

Por otro lado, hay algunos interruptores inteligentes que no necesitan ese cable neutro, pero tenemos que instalar un condensador en paralelo con la bombilla, ya que siempre habrá algo de electricidad recorriendo todo el circuito. Es posible que la lámpara se encuentre iluminada, aunque sea mínimamente, en todo momento, si no ponemos dicho condensador.

Conclusiones

Tras seis meses usando bombillas inteligentes, tengo que reconocer que le he cogido el puntillo al asunto. Gracias al Software Libre, ahora entiendo mejor cómo funcionan, sé los motivos cuando algo falla y cómo arreglarlo. Además, se puede integrar perfectamente en otros entornos de domótica, como Home Assistant, que hace de enlace con Alexa o Google Home.

Una de las desventajas más importantes es que ya no podemos usar los interruptores normales. En cuanto apagamos la bombilla con el interruptor clásico, la electricidad deja de circular por la bombilla y por tanto, se pierde la conectividad. Hay cierta curva de aprendizaje que, con los interruptores inteligentes desaparece, al poder operar las luces de forma normal.

Quizá si volviese a hacer todo el proceso en un piso que no fuese de alquiler, me animaría a poner todos los interruptores inteligentes, o quizá, ir hacia un sistema completamente domótico, como KNX, que veremos en el artículo próximo.

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