Buenas geeks! Si me estáis siguiendo en otras redes sociales como Instagram, sabréis que acabo de pasar una semanita en mi querida tierra natal adoptiva, Málaga. Todo un viaje de ensueño, en el cual tuve la oportunidad de disfrutar de la boda de mi gran amigo Carlos. Encima disfrutar de un tiempo de ensueño mientras en Múnich aún tenemos los últimos coletazos del invierno. Todo perfecto, salvo por un detalle: ¡perdí mi cartera con todos mis documentos dentro! Si sois seguidores de Un Geek en Múnich desde hace tiempo, recordaréis mis historias con una cámara Canon que perdí en el tren. Así que de nuevo, años más tarde, tocaba lidiar con el Lost & Found.
Así pues, con este artículo quiero explicar dos cosas. La primera, es como intentar recuperar nuestras queridas posesiones. La segunda, en caso que no podamos encontrarlas, cómo se ha de renovar la documentación. Y para complementar un post muy aburrido sobre burocracia, mis peripecias para recuperar la cartera. ¡Sin desperdicio!
Todo comienza la mañana tras regresar de Málaga: al salir a comprar me doy cuenta que la cartera no aparece por ningún sitio. Bueno, no es algo inusual, siempre la pongo en algún sitio distinto, y con todo el follón de deshacer las maletas, seguro que ha ido a parar a algún sitio raro. Tras más de dos horas buscando, llegué a la triste conclusión que mi cartera no estaba en el piso. ¡¿Y ahora qué hago?!
¡Que no cunda el pánico! Seguramente se me habrá caído en algún sitio, y algún buen samaritano la habrá llevado a objetos perdidos. Así pues, hay que empezar a recordar todos los sitios en los que he estado desde la última vez que usé la cartera. Por orden cronológico, estos son: Aeroperto de Málaga, avion de la compañía Norwegian, Aeropuerto de Múnich, coche de alquiler Car2Go. Me puse en contacto con todos y cada uno de ellos, y lamentablemente todos me dieron una respuesta negativa.
Quizás, me habían robado la cartera en lugar de haberla perdido. Opción descartada ya que en el banco no había ninguna transacción pequeña, de estas que se hacen con las VISA Contactless. De todas formas, de manera preventiva, cancelé las tarjetas de crédito que llevaba. En estos casos es mejor prevenir que curar.
Habiendo dado por perdida la opción de recuperar la cartera, me propuse empezar a renovar la documentación. Al menos el carné de conducir para poder moverme, llevar al peque a la guardería y poder ir a trabajar sin muchos contratiempos. Dicho y hecho: al día siguiente estaba haciendo cola en tráfico para reportar mi pérdida y que me dieran algún certificado para poder conducir mientras tanto. A la vez que esperaba mi turno, terminé de cancelar las tarjetas del seguro de salud, y solicité unas nuevas. A todo esto, decir que era martes de carnaval, y todo cerraba a las 10. Fue un poco surrealista ver a muchos de los funcionarios disfrazados mientras atendían al personal.
¡Todo listo! A eso de las 10.30 de la mañana lo tenía listo todo. ¡Ja! me sentí como en la cúspide de la eficiencia, tras lo cual recibí una llamada de la Techniker Krankenkasse. Alguien del aeropuerto de Múnich les había llamado porque habían encontrado mi cartera. Muy en el fondo de mi ser, sabía que esta llamada iba a llegar. Es la ley de Murphy echa historia: perder una mañana batallando contra la burocracia alemana para encontrar la cartera más tarde.
Así pues, me dirigí al aeropuerto con todo el ánimo del mundo. Tanto ánimo, que aparqué en la zona de carga/descarga de pasajeros. Esa que es gratis durante los primeros 15 minutos, pero luego te cobran como si hubieras aparcado en el Ritz. Iluso de mí, pensaba que sería como Julio César de llegar, ver y vencer. Si estuviéramos en una película de comedia, es la escena a cámara rápida donde el protagonista va a mil sitios lo más rápido posible, y con la música de Benny Hill de fondo. Resumiendo:
Al final de la historia, recuperé mi cartera con todo su contenido, ¡incluido el dinero!. Eso sí, no sin antes pagar la «tasa» a la oficina de objetos perdidos. En mi caso, eran 20€ por una cartera. En caso de otros objetos, hay otras tarifas, incluyendo un porcentaje del dinero en efectivo que hayamos perdido.
Si ya hemos dado por perdida alguna de nuestras posesiones, es hora de ponerse manos a la obra y empezar a contactar todas las oficinas de objetos perdidos que se nos puedan ocurrir. En este caso voy a listar las más importantes en Múnich, así como las que he utilizado yo en mi epopeya personal:
En el triste caso que nuestra cartera no aparezca, es hora de renovar la documentación. Este puede ser un proceso largo y tedioso, pero muy necesario. Para algunas cosas, incluso puede requerir un viaje a nuestra querida patria. Así pues, esta es la lista de posibles documentos a renovar:
Después de todas las peripecias sufridas para recuperar mi cartera, he podido recopilar una serie de buenas prácticas para estos casos. Espero que a más de uno os sea de utilidad:
Ingeniero de Telecomunicación de profesión, emigrante por necesidad y geek en mi tiempo libre. Desde 2012 redactor en Un Geek en Múnich, donde intento compartir mis experiencias con todos aquellos a los que les pueda interesar. También desde 2012 colaborador en la revista Todo de Vélez-Málaga, desde donde divulgo noticias de tecnología para el público en general.
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