En el artículo de este mes vamos a tratar de aclarar un poco las dudas sobre las principales estafas de internet y engaños que nos podemos encontrar por la red de redes. Es una lacra que afecta al disfrute de todas las ventajas que nos ofrece, y cuestan a lo largo del año millones de euros a empresas y usuarios de a pie. No hay que preocuparse únicamente sobre que nos espíen desde las grandes corporaciones, también hay que protegerse de los pequeños enemigos virtuales.

Para los que llevamos ya mucho tiempo navegando por internet, todas estos engaños son viejos conocidos y pocos caen, pero los más novatos en el tema puede que aún piquen en estas artimañas para conseguir nuestros datos y nuestro dinero.

El Príncipe Nigeriano

Es el clásico entre los clásicos: un rico miembro de la familia real de un país africano se encuentra retenido, pero quiere sacar una fortuna de varios millones de dólares fuera del país. Y te ha elegido a ti, de todos los seres humanos de la Tierra, a ti, para que le transfieras el dinero y en retorno, quedarte con un porcentaje de la fortuna. Pero, para poder hacer esto necesitas una cuenta en país africano, en la que depositarás al menos 100.000€ para no levantar sospechas. Y claro, una vez depositados, no vuelves a saber del príncipe nigeriano.

Esto tiene muchísimas variantes, y es incluso anterior a Internet: se llama el engaño del prisionero español, donde un noble de nuestro país del siglo XVIII pide el mismo favor. También podemos encontrar el caso del astronauta nigeriano, cachorros gratis, ofertas de trabajo fantasmas… todas con el mismo esquema. Curiosamente la mayoría de estas estafas provienen de Reino Unido y Estados Unidos, no de Nigeria, pero el nombre ya se ha quedado como “El príncipe nigeriano”

Phishing o como pescar a la gente

Esta palabreja adoptada del inglés viene de un guiño fonético al verbo pescando, “fishing” en inglés. En esta estafa de Internet, básicamente es lo que tratan de hacer, pescar a la gente con engaños a través del correo electrónico desde casi el comienzo del auge de Internet. Así pues, la idea es la siguiente: un mensaje de nuestro banco por una transferencia pendiente, donde el remitente no es quien dice ser, si no una tercera persona que ansía con hacerse con nuestros datos de acceso al banco. Si hacemos click en el enlace veremos una página exactamente igual a la de verdad, pero que no es.

Solución: no abrir correos electrónicos que provengan de nuestro banco: si es importante, mandarán una carta postal. Mucho ojo con la dirección del remitente, se suelen usar cosas como [email protected], en vez de [email protected]. No en vano las perdidas anuales por este tipo de prácticas se cuentan en millones de euros.

Mi reino por un Like

Las redes sociales no iban a estar libres de personas indeseables y de estafas de internet. Aquí lo que se intercambia no es dinero si no “Me gusta”. Seguro que muchos de vosotros habréis visto (y compartido…) el evento de “Tenemos X productos, que no podemos vender porque no están sellados y los regalaremos entre los que compartan y den “Me gusta” a esta página de Facebook”. Pues bien, es obvio que nadie da duros a cuatro pesetas y menos aún regalan productos del estilo de ordenadores Apple de más de 2.000€ o teléfonos de última generación por un simple “Me gusta”.

El beneficio se produce de la siguiente manera: se crea una página de Facebook con este tipo de contenido y se acumulan seguidores hasta llegar a una cifra considerable, por encima de los 10.000 usuarios. Ahora esta página se cambia de nombre y se vende a algún negocio o comercio que quiera emprender su andadura en la red social sin tener que empezar de cero. Y, además, algunas estafas requieren dar datos personales, que son vendidos a otras terceras empresas.

Conclusiones

Puede que parezcan cosas de lógica o sentido común, pero aún hay mucha gente que cae en estos ejemplos de estafas de internet. El objetivo de este artículo es mostrar de una manera sencilla todos ellos para que la próxima vez que os encontréis con uno sepáis reconocerlo. No todos los delitos que se comenten en internet buscan el beneficio económico directo, si no que muchas veces se busca el recolectar información de usuarios que las grandes empresas pagan a muy buen precio. No obstante, estamos en la era de la información después de todo, ¿no?

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