Buenas geeks! Hoy traemos una entrada «cultural», ya que vamos a hablar de museos. En Múnich hay multitud de ellos, de las temáticas más variadas. Sin embargo, en esta entrada no vamos a hablar de arte, si no de tecnología. El Deutsches Museum, sin embargo no es moco de pavo: se trata del museo de este tipo más grande del mundo, y con un volumen de 1.5 millones de visitantes anuales. No en vano dicen que se tardaría unos 8 días en recorrer todo el contenido que se nos ofrece. Actualmente sigue de reformas, y se espera que hasta 2028-2030 no esté completamente operativo de nuevo. Esto quiere decir que habrá algunas secciones cerradas a medida que la obra avance. Sin embargo, a pesar de ello, sigue habiendo multitud de cosas entre las que perdernos y disfrutar del museo.

Cómo llegar al Deutsches Museum

El museo se encuentra en pleno centro de la ciudad, por lo que recomiendo encarecidamente no usar el coche para llegar a él. Hay una parada de tranvía (Deutsches Museum) y una de S-Bahn (Isartor), que están a unos cuantos metros de la entrada. También hay multitud de paradas de buses en las inmediaciones, por si fuese mejor opción. Muchos quizá sepáis de su localización por el centro de testeo de Coronavirus.

Se encuentra en una isla (Museumsinsel) en mitad del río Isar, por lo que tiene poca pérdida:

En cambio, para llegar con el coche es una odisea. Quizá el trayecto sea más corto, pero es misión imposible aparcar en la zona. Creo que después de casi 10 años en Múnich aún no he conseguido hacerlo sin tener que dar mil vueltas y esperar un rato hasta encontrar un hueco.

Cuánto cuesta entrar al Museo

Tengo que reconocer que el coste de la entrada del Deutsches Museum no es precisamente barato. En el momento de escribir estas líneas (Octubre 2021) la entrada normal de adulto cuesta 14€. Si compramos el ticket de familia completa, pueden entrar dos adultos y todos sus hijos menores de edad por 29€. Entrar a las otras secciones, debido a su menor tamaño, cuesta 7€ por adulto.

Sin embargo, hay una opción mucho más interesante, que es la tarjeta anual (Jahrkeskarten). Tiene un coste de 72€ por año, y pueden entrar dos adultos y todos sus hijos menores de edad. Esto es muy práctico, ya que podemos ir en familia, o invitar a otro progenitor con su hijo a que nos acompañen. Todo ello totalmente gratis, incluido en la membresía anual. Si planeamos ir más de dos veces, ya sale a cuenta.

Pero lo más interesante de la tarjeta anual es que no tenemos que esperar colas. Si habéis ido al museo durante un fin de semana con lluvia, conoceréis las colas que se forman en la entrada de las taquillas. Con la tarjeta anual, simplemente vamos al control de entrada y pasamos. Además, se puede incluir la membresía en la declaración de la renta anual, por lo que nos devolverán algo.

Qué se puede ver en el Deutsches Museum

El museo es tan grande que únicamente enumerar las cosas que se pueden ver podría dar para varios artículos. Así que nos centraremos en las partes que nos resultaron más interesantes. Si te decides por una membresía anual, puedes visitarlo tantas veces como quieras, y explorar cada una de las partes poco a poco. Así pues, sin ningún orden en particular:

  • Minería. Quizá una de las más espectaculares, donde nos adentramos en la tierra para descubrir cómo funcionan las minas en la realidad. A veces se puede hacer algo claustrofóbico, así que tenedlo en cuenta si los espacios cerrados no son vuestro fuerte.
  • Física. Una delicia para los amantes de los experimentos de Física del colegio/instituto. Aquí podemos ver y experimentar con ejemplos reales todos los principios que nos traían de cabeza durante nuestra niñez.
  • Tecnología. Un recorrido por la historia de la informática, con todos los hitos que fueron fundamentales para la evolución de los ordenadores en el siglo XX.
  • Marítimo. Aquí podemos encontrar desde barcos restaurados en tamaño real a miniaturas, exploración oceánica y todo lo que hay entre medias.

También hay exposiciones temporales, que cubren temáticas muy particulares, así que visitad la página web regularmente para ver qué hay actualmente. Para ayudar un poco en decidir qué ver en el museo, hay una app para los teléfonos móviles que nos indica donde está cada una de las partes.

Además del principal edificio del museo, el Deutsches Museum se divide en otras dos localizaciones en Múnich, con diferentes temáticas. Dejamos de lado las secciones que se encuentran en otras ciudades alemanas, como las de Bonn y Núremberg. Las dos localizaciones que se encuentran en Múnich son las secciones de Transporte (Verkehrszentrum) y la de Aviación (Flugwerft). En las siguientes secciones hablaremos más en detalle de ellos.

Otras secciones: Verkehrszentrum

El primero de ellos se encuentra en las inmediaciones de Theresienwiese. Para llegar aquí lo más sencillo es con el transporte público, ya que la parada de Schwanthalerhöhe (U5) queda bastante cerca. Si nos perdemos, lo más sencillo es buscar un caracol gigante que hay en la plaza de entrada del museo. Alguna que otra vez hemos intentado llegar en coche, pero aparcar en la zona es poco menos que imposible.

Como su nombre indica, se centra en la temática del transporte. Está dividido en tres grandes pabellones:

En el Pabellón I podemos encontrar lo relacionado con la organización del transporte, así como autobuses, tranvías y metros antiguos de la ciudad de Múnich. Se puede visitar parcialmente por dentro. También encontramos aquí las exposiciones temporales que se organizan de cuando en cuando. Aquí encontramos el simulador de S-Bahn, que solo se puede utilizar un par de veces al día, así que estad atentos.

En el siguiente, el Pabellón II nos da la bienvenida con multitud de trenes antiguos y modernos (incluso un ICE), que también podemos visitar parcialmente por dentro. Desde la parte superior, se puede ver con mucho detalle. También encontramos una colección muy interesante de coches antiguos.

Finalmente, en el Pabellón III encontramos la zona de juegos infantil, que está muy chula y a nuestro peque le encantaba. Cabe destacar el enorme tobogán que conecta la parte superior e inferior. También hay un montón de coches, antiguos y modernos y algunas estaciones que nos explican cómo funcionan las partes más importantes del coche.

Otras secciones: Flugwerft Schleißheim

El segundo se encuentra un poco más lejos, en el pueblo de Schleißheim. Podemos llegar con el S1, aunque la estación está ligeramente retirada del museo (unos 20 minutos andando). Aquí, sin embargo, se puede llegar de forma sencilla con el coche. Hay un par de aparcamientos cerca del museo donde podemos dejar el coche sin problema. Además, como bonus añadido, un paseo por los jardines del palacio, que no están nada mal.

Como es obvio por el nombre, esta sección del Deutsches Museum se centra en la aviación. Al igual que en el anterior, hay varios pabellones, donde podemos encontrar todo tipo de aviones. Aquí no hay una distinción tan clara entre ellos, y simplemente vamos viendo como evolucionaron los aviones desde los primeros modelos. En el último podemos admirar los más avanzados aviones de combate, como el Eurofighter o alguno de los prototipos de la agencia aeroespacial alemana, el DLR. También hay una sección sobre técnica donde hay experimentos muy instructivos de cómo funcionan los aviones.

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