Buenas geeks! En la entrada de hoy os traigo otra super-recomendación. Se trata, a mi juicio de uno de los lagos más bonitos de Baviera. Por supuesto, con el permiso del Eibsee y Walchensee. La idea la sacamos del libro sobre el que ya os he hablado en más de una ocasión: Wandern mit dem Kinderwagen. Una joya para los amantes de la naturaleza que tengan peques en casa. Entre las opciones que barajamos estaban Schliersee y Spitzingsee, pero dado que el primero son aproximadamente unos 7,5 km nos decidimos por el segundo, que son sólo 3 km, perfecto para el carrito.

Cómo llegar a Spitzingsee

Para llegar, es bastante sencillo y el trayecto no es muy largo desde Munich con el coche. Tomamos la A8 en dirección Salzburgo, y tras unos 30 km tomamos la salida de Weyarn. Aquí ya es carretera convencional y seguimos hasta llegar al Schliersee. Atravesamos los pueblos de Miesbach, Schliersee y Neuhaus, tomando el desvío a la derecha a la salida de este último: Spitzingstraße. Iniciamos una subida bastante pronunciada desde la cual se pueden tomar instantáneas como esta del Schliersee:

Schliersee

Una vez estemos arriba del todo, podemos aparcar el coche en uno de los múltiples aparcamientos que hay alrededor del lago. El día era tranquilo y había espacio de sobra para todo el mundo, pero las instalaciones parecen lo suficientemente grandes como para abarcar un número bastante grande de visitantes. Como nota, destacar que el aparcamiento cuesta 4€. Mi recomendación es dejar el coche no el primer aparcamiento que nos encontramos nada más llegar, si no avanzar hasta el pueblo y dejarlo en el que hay cerca de la Iglesia.

Si por el contrario, queremos llegar con el transporte público, buenas noticias: se puede usar el Bayern-Ticket. Para llegar, tenemos que coger el BOB en la estación central que nos deja en Schliersee y desde ahí un autobús regional (Bus 9562). Dado que el bus depende directamente de la DB, está incluido en el precio del Bayern-Ticket.

Rutas en Spitzingsee

Una vez en Spitzingsee, hay dos rutas que os puedo recomendar. Incluso si os animáis, se pueden combinar en una sola para disfrutar de un día completo en Spitzingsee. La primera de ellas, es la más sencilla de todas: alrededor del lago, que se hace en unos 50 min de caminata a buen ritmo. También hay un par de teleféricos para llevarnos a lo más alto de los picos colindantes. Es un entorno muy tranquilo donde apenas hay civilización: solo un par de hoteles y un par de tiendas. Sin duda, habíamos dado en el clavo con la elección del lugar para relajarnos y tomar aire fresco; además la ruta es muy sencilla de realizar con el carrito del peque, así que genial.

SPITZINGSEE

La segunda de ellas, nos aleja del lago para adentrarnos en el valle que se abre ante nosotros. Desde el puente del extremo del Spitzingsee, se pueden tomar dos variantes de esta ruta. La primera, justo antes del puente, va directamente a la Bleksteinhaus pasando por la Albert-Link-Hütte en una carretera asfaltada. La segunda, que fue la que tomamos, toma un rodeo que merece la pena.  A los pocos momentos de comenzar la segunda ruta, el bosque se abre para dar paso a una vista que merece la pena admirar. Dado que la nieve estaba aún en proceso de derretirse, se observa que la hierba no estaba aún recuperada.

SPITZINGSEE

Cabe destacar que la última vez fuimos en Mayo y pasamos algo de frío. Esta vez íbamos más preparados, pero con calzado primaveral: cuál fue nuestra sorpresa cuando vimos que todavía quedaba una cantidad considerable de nieve! A pesar de tener más de 25 ºC, la nieve seguía aguantando como una campeona.

spitzingsee hike
spitzingsee hike

Albert-Link-Hütte / Blecksteinhaus

En la segunda ruta, pasaremos por dos sitios donde poder comer algo y resfrescarnos. Se tratan de la Bleksteinhaus y la Albert-Link-Hütte. En esta última, hay una zona de juegos enorme para los niños. Todo esto, con unas vistas impresionantes de los alrededores, que invitan a relajarse y disfrutar.

spitzingsee hike
spitzingsee hike

Como nota desfavorable, nuestro plan era el de llegar hasta la Albert-Link-Hütte, almorzar ahi, y dejar que el niño jugara tranquilamente en su zona de juegos. Nuestro gozo en un pozo, al ver que estaba cerrada por vacaciones. Es más bien mala suerte, ya que solo cierra una semana al año. Sin embargo, hicimos una parada técnica para que el crio jugara de todas formas.

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