En esta entrega vamos a hablar de un tema que estoy seguro le interesa a mucha gente. Estoy hablando del sonido en el cine y TV. Para muchos es un tema que nos apasiona y que, como muchos hobbies, puede ser una fuente de gastos enorme. Todo esto hay que agradecérselo a una compañía principalmente: Los laboratorios Dolby.

Esta empresa ha revolucionado la forma en la que disfrutamos del cine y la TV. A pesar de llevar más de 50 años en la industria, siempre se las arreglan para desarrollar alguna tecnología que revoluciona de nuevo nuestra experiencia. En todos estos años hemos pasado de tener un único canal analógico a disponer de una miríada de canales digitales independientes, que envuelven por completo al espectador.

Dolby Stereo

Como os habéis podido imaginar, la empresa Dolby fue fundada sobre 1965 por el ingeniero Ray Dolby. No mucha originalidad quizá en el nombre, pero el talento que ha demostrado en otros campos es admirable. Cuando todo esto comenzó, en la industria cinematográfica las películas solían ser en mono (un solo canal) o estéreo (dos canales).

Los laboratorios Dolby estaban decididos a hacer historia y mejorar la calidad del sonido. Todo comenzó con su sistema de reducción de ruido, el cual fue por primera vez introducido en la película La Naranja Mecánica (1971). Seguía siendo un sonido estéreo, pero de mayor calidad debido al procesado que se le hacía.

Unos años más tarde, deciden que el sonido estéreo está muy bien, pero desarrollan un concepto muy interesante: el surround. Es decir, que el sonido fuese envolvente y el espectador se viese completamente rodeado por éste. El problema: las pistas de sonido seguían siendo estéreo, así que solo se disponía físicamente de dos pistas de audio.

La solución: Codificando cuatro pistas, izquierda, derecha, central y envolvente. Mediante funciones matemáticas complejas, se pudieron combinar todas estas pistas en dos únicas pistas físicas. Solo se necesitaba un decodificador apropiado, y el problema estaría resuelto. Fue en 1976, con la película Ha nacido una estrella cuando se pudo disfrutar en el cine.

No sería hasta el año 1982 cuando esta tecnología se pudo disfrutar en el ámbito doméstico, con el nombre de Dolby Pro Logic o Dolby Surround. Yo, sin ir más lejos, tenía un equipo de audio con esta tecnología y estaba muy conseguida. Obviamente, nada como lo que ahora podemos disfrutar.

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Rotareneg «35mm film audio macro». CC BY-SA 3.0

Dolby Digital

La solución utilizada por Dolby Stereo era muy ingeniosa, pero seguía siendo analógica, y a veces había interferencia entre los distintos canales. Con únicamente dos canales físicos tampoco se podía hacer mucho más, así que llegó la hora de pasar al terreno digital.

Pasamos de tener cuatro canales virtuales usando dos pistas físicas a tener seis pistas completamente independientes para producir un sonido envolvente real. Ahora el problema está, en dónde poner tantas pistas dentro de rollo de película. Hasta la fecha, el sonido se encontraba en una banda que estaba fuera del fotograma, e iba avanzando a medida que la película se proyectaba. Ahora con el salto digital, el sonido se codifica en el espacio que hay entre las perforaciones que hacen avanzar el rollo.

Tendremos que esperar hasta 1992 con el estreno de Batman Returns, para disfrutar de esta nueva tecnología. Como se puede imaginar, la mejora de la calidad es mucha, y por primera vez podemos disfrutar de canales traseros independientes. También disponemos de un canal independiente para las frecuencias más bajas, reproducidas por un subwoofer. El formato de sonido usado en estas pistas es el conocido AC-3, cuyo algoritmo propició que se generaran otros formatos de sonido como el MP3.

En el ámbito doméstico, fueron los primeros LaserDisc los que proporcionaron la experiencia Dolby Digital. Sin embargo, estos discos cayeron en el olvido rápidamente. Se popularizó sin embargo con la llegada del DVD y los sistemas de sonido de cine en casa. La nomenclatura que se usa para este sistema suele ser el número de canales de audio, seguido del canal del subwoofer: 5.1.

Extendiendo Dolby Digital

Si bien en los 90 podía parecer que tener seis canales digitales podía ser suficiente, la verdad no fue así. El hecho de solo disponer de dos canales traseros limitaba mucho la creación de efectos realmente envolventes. Además, a medida que nos acostumbrados a ciertas tecnologías, ya no nos parecen tan impresionantes, y necesitamos más.

En 1999, con el estreno de La Amenaza Fantasma, se presenta el sistema Dolby Digital EX. Usando una codificación similar a Dolby Stereo y usando los canales traseros de surround, se consigue un canal adicional de surround central. Ahora los efectos pueden ser mucho más localizados. Simetriza las fuentes de sonido, ya que en el Dolby Digital clásico disponemos de tres delante (izquierdo, central y derecho) frente a dos traseras (surround izquierdo y derecho)

Como ya se veía que esto de añadir canales podría ser beneficioso, se desarrolló una nueva versión del formato, llamada Dolby Digital Plus. Usa una codificación más avanzada (E-AC3), que permite más calidad de sonido en el mismo espacio. Asimismo, también ofrece soporte para hasta 15 canales digitales, cubriéndose las espaldas en este aspecto. Sin embargo, esta codificación, sigue teniendo pérdidas, por lo que nunca tendremos la misma calidad que la fuente de sonido original.

Para arreglar esto, se desarrolla el estándar Dolby TrueHD, que cambia la codificación por una sin pérdidas (lossless). Se hizo principalmente para el mercado doméstico, con los HD-DVD y los Blu-ray. Aquí disponemos de hasta 8 canales digitales (7 completos y uno de efectos o subwoofer). Sin embargo, no todos los reproductores de discos son compatibles con este formato, por lo que es muy habitual acompañar la pista de audio Dolby TrueHD con otra Dolby Digital clásica.

Dolby Atmos

Si ya han inventado todo, e ir al cine es una experiencia fantástica… ¿qué harán ahora? Pues como siempre digo, no todo está inventado. Es hora de moverse en las tres dimensiones para ofrecer un sonido completamente envolvente. De nada sirve tener muchos altavoces rodeándote a tu mismo nivel, si lo que quieres escuchar es un helicóptero que pasa por encima de ti, o un el suelo derrumbándose debajo.

Para evitar limitaciones que hemos venido viendo durante todo el artículo, Dolby Atmos puede contar con hasta 128 pistas de audio. Éstos, además de el sonido en sí, tiene información adicional de su posición dentro de un espacio tridimensional. Así se consigue que tener objetos moviéndose por ese hipotético espacio tridimensional, haciéndonos creer que estamos dentro de la película.

Cada una de estas pistas, se puede asociar con un canal determinado o bien a un “objeto”. Estos objetos virtuales se pueden mover en tiempo real, con lo que estas pistas se pueden reproducir en varios canales simultáneamente con distinta intensidad. Además, cada altavoz tiene codificada su posición, por lo que los ingenieros de sonido no tienen que estar asumiendo cómo la película ese escuchará en un cine determinado.

Para el sistema de audio en el hogar, se hace un poco más complicado, ya que no todos tenemos la posibilidad de tener altavoces en el techo. Para esto, los sistemas domésticos Dolby Atmos proyectan el sonido hacia el techo, donde rebota. Mediante avanzadas técnicas de procesado de sonido, se puede hacer el sonido “parezca” que viene del techo.

La nomenclatura que se usa para Dolby Atmos es similar a las anteriores, pero ahora tenemos que añadir los altavoces superiores, e.g.: 7.1.4. En este caso serían 7 altavoces principales y envolventes, con un subwoofer y cuatro altavoces de sonido superior.

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